viernes, 4 de marzo de 2011


 Mis días eran grises, mi sonrisa de papel y mi risa tardaba días en aparecer, hasta que entró él en mi vida colándose por completo en lo mas profundo de mi corazón. Sentía miedo, me estaba enamorando y no quería aceptarlo, me asustaba todo lo que le pensaba, noche y día, me impresionaba lo bien que me hacía sentir cuando hablaba con él, su manera de conseguir hacerme reír, cada vez que me llamaba y me decía te quiero juro que me sentía en el cielo, me transformaba en una niña y me tiraba en la cama a patalear a las mantas mientras me moría por decirle que yo también, que lo empezaba a querer mucho, que me empezaba a importar demasiado, tal vez más de lo que debería. Las  cosas cambiaron, hubo malos momentos, pero decidí estar pasando momentos malos para no hacerte daño , para no enamorarme de ti ni tú de mi. 

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